El amianto es un mineral formado por silicato de cal, hierro y alúmina. Se presenta en forma de fibras blancas y flexibles. En España ha sido muy utilizado como material de construcción por su precio y sus características: resiste bien las altas temperaturas, es maleable, flexible pero muy resistente, etc. Pero, a pesar de estas grandes ventajas para la construcción, se ha descubierto que provoca graves problemas para la salud de las personas que están en contacto directo con este mineral.

Puede que sea más conocido como uralita o fibrocemento, las dos marcas que lo comercializaron aquí. Desde principios del siglo XX, hasta bien entrados los años noventa, se extendió su uso en la construcción y se encuentra en las cubiertas, bajantes, tuberías o depósitos de aguas de muchísimos hogares, naves industriales, teatros, cines o incluso granjas de éste país. Desgraciadamente, no existe un censo que especifique el número de edificaciones actuales que siguen conteniendo amianto.

 

¿Cuál es su principal problema?

Sus fibras microscópicas pueden permanecer en suspensión en el aire el tiempo suficiente para que representen un riesgo para el aparato respiratorio. Ya incluso en la época romana, decían que los esclavos que trabajaban tejiendo amianto, morían prematuramente por problemas pulmonares.

Pero no fue hasta mediados de los años 80 que se demostró que las fibras de este mineral eran cancerígenas. Siendo el cáncer de pulmón la enfermedad más mortal de las que afectan.

Otro de sus principales problemas es que sus síntomas no aparecer hasta 20 o 30 años después de la exposición, lo que ralentizó la demostración de su peligrosidad.

Finalmente, en el año 2001, el uso de amianto fue totalmente prohibido en España y se recomienda la retirada de este material lo antes posible, según lo establecido en el RD 396/2006.

 

¿Dónde se puede encontrar?

El último caso que ha salido a la luz ha sido el del Metro de Madrid, donde se ha encontrado la existencia de este compuesto nocivo en varios de los trenes más antiguos (de más de 35 años) y en varias de sus estaciones. Como resultado, dos extrabajadores pudieron enfermar de cáncer por la exposición a este mineral. Finalmente, se ha tomado la decisión de ir sustituyendo los trenes afectados y eliminar el mineral de las estaciones.

Pero no es el único caso, como se ha comentado anteriormente, este compuesto se encuentra en muchísimos edificios de España y no existe un censo para controlarlo.

Ha sido tan extendido su uso que incluso pilotos de la Fórumla 1 y motociclismo, han vestido trajes de amianto para protegerse en caso de incendio de sus vehículos.

¿Cómo actuar?

Es fundamentaretirar los restos que queden de este material lo antes posible.

Cuanto más desgastada esté una estructura que contenga amianto, más fibra soltará y, por lo tanto, es más tóxica. De hecho, se piensa que estas estructuras aguantan alrededor de 40 y 50 años, por lo que es muy probable que en la actualidad empiecen a degradarse y provoquen graves problemas de salud.

Es muy importante contactar con una empresa de retirada de amianto que esté homologada, como, por ejemplo, Punto Viso en la provincia de Salamanca, que, a parte de la retirada, dispone de un almacenamiento temporal para sus restos.